miércoles, 14 de marzo de 2018

MAMÁ EN OCASIONES AL BALCÓN SE ASOMA

MAMÁ EN OCASIONES AL BALCÓN SE ASOMA

"Si los extraterrestres nos visitaran, el resultado no sería muy diferente a la llegada de Colón a América. Y ya sabemos que no fue muy bueno para los nativos americanos.”
"No puedes permitirte estar discapacitado en espíritu a la vez que físicamente".
(Stephen Hawking)



En ocasiones se asoma Mamá al balcón.
Esta mañana lleva dos horas de pie, con su carrito para andar, en el portal de su casa esperando a la policía, o al de la Junta Central Fallera, o un representante del Ayuntamiento.
A Godot no. Sandra Godot Gómez no vendrá nunca.
Hay quien ocupa su tiempo tratando de llegar lo más alto posible. Una Secretaría General. Una Alcaldía. Marte. Eurovisión.

Al balcón Mamá se asoma en ocasiones.
“Hemos hecho de esta ciudad un buen sitio para vivir. Ahora veo que han conseguido que sea también un buen sitio para morirse”.
Mamá apenas puede salir del portal e ir a la farmacia porque unos operarios (“llevamos así días, lo mejor para usted es ir la semana próxima y poner la denuncia”) están instalando una segunda carpa para las bebidas. Esa segunda carpa está subcontratada por un bar que suministra a la carpa principal contratada los subproductos necesarios para que los productos innecesarios puedan ir de un sitio al otro en el menor tiempo posible para no resbalar entre el aceite y la cerveza.
“¿Sabe usted si la disco-móvil es hasta las 3 o hasta las 4 de la madrugada? Es que, verá, cada vez que hay una fiesta por cualquier motivo hay como 7 o 9 personas moviendo las piernas y hasta las 3 se soporta pero a las 4 las piernas ya duelen”.



Se asoma al balcón en ocasiones Mamá.
Primero llegan los bomberos e intentan aclarar el terreno y cerrar las llaves del gas. Luego llega la policía para dar fe. Entonces la ambulancia consigue entrar en posición vertical, sobre las dos ruedas que como Steve MacQueen, y son diligentes, gentes de diligencias al Oeste, y si eres tan amable te dejan viva en el Hospital, y entonces una enfermera y un celador te colocan una muñequera y te colocan en una silla (con ruedas dos) y ya todo es cuestión de escuchar la megafonía por detrás de los móviles (algo así como la megafonía-móvil rayando en la disco-móvil que atrás quedó.)
“Hijo mío. Este escrito es para el Concejal de Hacienda, como en dos años no ha contestado nunca a nuestras decenas de escritos, para que sepa que estoy viva, y por mí como si él no. Este escrito es para Urbanismo. Idéntico mensaje. Este escrito es para la futura Alcaldesa Sandra, por la misma razón, si algún día tiene tiempo de dejar de hacerse fotos con los que no toca y de incrementar sus cargos, igual le agrada pasarse por aquí y sujetar el Olivo Centenario que están dejando morir y dejar en el despacho que no tenemos una nota estilo “pagaré” de que algún día nos traerán los euros que nos prometieron en 2015. Este escrito es para Jardines, Por la misma razón. Si acaso que se ocupen de los otros dos Olivos Centenarios. Aunque aún no les han dado la protección necesaria, igual va y siguen durando más que ellos. Este escrito es para Alcaldía. Es el más largo. Imagina…”



Mamá se asoma al balcón en ocasiones.
Ha escuchado un sonido extraño pero dado que todos los sonidos ya no son extraños y que los extraños cada vez suenan más es difícil determinar qué de extraño tiene ese sonido y cuánto va a durar.
“Ha llamado Vicente D. ¿Te acuerdas? El magnífico ingeniero. El puente de Siete Aguas. El Centro de Salud. Qué alegría te llevas cuando un gran profesional te llama y sabe de todo sin gritar. Hemos quedado en vernos un día entre una fiesta y otra.”
“He hecho una foto desde el balcón”.
“Guárdala y me la mandas. Creo que ya no voy a salir.”
La puerta del portal está resbaladiza. Después viene una ráfaga de viento que te frena en seco. Van a echar la persiana y lo han dejado todo dentro. La serie de la BBC no se escucha. Mahler tampoco. En la alacena hay víveres.

© Fernando Garcin, 14 de marzo, 2018.

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